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Crítica a la interpretación convencional de la dinámica relativista

Primeramente, para evitar una serie de irracionalidades, es necesario hacer algunas aclaraciones relacionadas con la mecánica relativista. En primer lugar, la comprobación de las leyes del movimiento (de los resultados finales observados) con una exactitud experimental no puede ser en absoluto una demostración y justificación de todos los métodos, con ayuda de los cuales se puede llegar a dichos resultados. ¡En la teoría científica tanto los resultados finales como las posiciones iniciales y los razonamientos intermedios y los cálculos deben ser ciertos por ellos mismos! En segundo lugar, de la falsedad de las posiciones fundamentales de la TER acerca del espacio y el tiempo para nada se sigue el regreso a la mecánica clásica con fuerzas estáticas para la descripción del movimiento real de las partículas. Estas son dos teorías que no están ligadas de ninguna manera. La mecánica clásica es una teoría modelo; ella presupone que: los cuerpos son absolutamente sólidos; las colisiones de dos puntos materiales (prácticamente, de dos bolas absolutamente sólidas cuyos radios se aproximan a cero de forma extrema) son absolutamente elásticas; la energía cinética y el impulso están completamente concentrados en el movimiento del cuerpo como un todo y el intercambio de ellos ocurre de modo instantáneo. Ni la mecánica clásica ni la teoría de la relatividad estudian los procesos dentro de las particulas que colisionan; a grandes velocidades surge sólamente la pregunta sobre la consideración del carácter finito de la velocidad de transmisión de las interacciones.

Es natural que la consideración del carácter finito de la transmisión y la difusión de las interacciones conduce a un cambio del movimiento real observado de las partículas. Aparece una dependencia adicional de las magnitudes respecto a la velocidad, por ejemplo, para la masa efectiva (más exáctamente para la fuerza efectiva). Cualitativamente esto se puede entender a partir del siguiente modelo mecanicísta elemental. Veamos en caso unidimensional. Supongamos que una fuente emite constante y uniformemente partículas, las cuales vuelan a cierta velocidade constante $v_1$ a lo largo de una cierta recta. No importa en que lugar de esta recta coloquemos un cuerpo de prueba en reposo, sobre él actuará una fuerza constante de presión (por parte de las partículas que chocan con él). Si le permitimos al cuerpo de prueba moverse desde la fuente a una velocidad $v$, entonces el número de particulas por unidad de tiempo que lo alcanzan disminuirá. Esto se puede interpretar como una disminución de la fuerza efectiva o como un aumento de la masa efectiva. En el límite $v\rightarrow v_1$, cuando el cuerpo de prueba libre se acelera bajo la acción de las partículas, la masa efectiva tiende a infinito (es mejor decir que la fuerza efectiva tiende a cero).

Se sobreentiende que no se pueden deducir las dependencias cuantitativas a partir de este modelo clásico mecanicista ya que no se puede considerar a las colisiones mismas como absolutamente elásticas e instantáneas. Recordemos solamente que existe el modelo clásico de Lorenz (la esfera deformada), el cual describe la dinámica del electrón ($m_{\perp}$ y $m_{\vert\vert}$). Es posible tambien la obtención de la ecuacuón clásica del movimiento de las partículas por el camino de una no-localidad o no-linealidad [14,15,81]. Los efectos relativistas se pueden obtener también proponiendo el cambio de la carga efectiva. En el plan del presente libro no entra el análisis de todos los posibles caminos alternativos de desarrollo de la mecánica y la elección entre ellos.

Pasemos ahora directamente a la dinámica relativista. La TER es absolutamente inconsecuente al analizar la acelración y, en general, la dinámica de partículas. Las transformaciones de Lorenz, de las cuales se sigue toda la TER, no pueden poner limitaciones a las aceleraciones de los cuerpos ni a la radiación de los sistemas acelerados. Empero, en este caso se volvería bastante notoria una serie de desacuerdos entre la TER y los experimentos. Por eso la TER declara artificialmente que la emisión de sistemas acelerados (no-inerciales) es un privilegio de la TGR. Pero el uso sucesivo de esta declaración dejaría de la TER sólo las transformaciones de mismas Lorenz y la ley de la suma de velocidades (es decir, la parte de la cinemática). Para entender el "valor" de la teoría en la TER primero se calcula de manera formalmente matemática la aceleración 4-dimensional y después se "deducen" formalmente las ecuaciones de la dinámica relativista. ¿Pero qué hacer con la transformación de la fuerza? En este caso, contrariamente a la declaración propia, hay que transformar una partícula acelerada (a una $v\ne 0$) en " otra" partícula acelerada (a $v=0$). La transformación de los campos electromagnéticos también contradice las autorestricciones ya que los campos, introducidos de la forma convencional, reflejan sólo la acción de las fuerazas electromagnéticas (planteamiento de fuerzas) y nada más. Pareciera que el "valor" de la teoría se puede elevar anunciando la equivalencia de planteamientos entre la TER y la TGR. Sin embargo, en una serie de tareas la aplicación de la TER y de la TGR lleva a diferentes resultados cuantitativos. Estos desacuerdos provocan la necesidad de sacrificar alguna de las teorías relativistas (más ciertamente ambas).



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Arteja S.N.